Estrategias como el recreo virtual, en el que los niños le muestran alguno de sus objetos favoritos a sus amigos desde su hogar, son algunas de las medidas que se implementaron desde esta institución para continuar aportando al desarrollo pleno de sus estudiantes.

Tan solo un mes y medio de clases presenciales, realizadas antes de marzo de 2020, tuvo que bastar para caracterizar a los niños que hacen parte de la Escuela Maternal de la Universidad Pedagógica Nacional y reconocer su forma de ser y comunicarse, para modificar adecuadamente las actividades del plan de estudios de acuerdo a las posibilidades dadas por la tecnología, sin afectar su desarrollo.
 

- Encuentros virtuales con profesoras y compañeros

Ese fue el reto, según explica Nubia García, coordinadora de este centro creado hace más de 16 años con el objetivo de formar niños y niñas menores de cuatro años como sujetos críticos, creativos, autónomos, independientes y capaces de expresarse libremente. Una tarea que no podía detenerse ni en medio de una pandemia.

Gracias al trabajo de cinco licenciadas en educación infantil y dos licenciadas en psicología y pedagogía de la UPN, cuatro auxiliares, una enfermera, una psicóloga y una nutricionista, se generaron encuentros por medio de la plataforma Classroom y se compartieron videos de distintas temáticas, como recomendaciones para velar por el bienestar de los pequeños en casa. 

"Íbamos en contra de las pantallas, pero ahora nos vimos obligados a usarlas", comenta la profesora García sobre la paradójica situación a la que se han encontrado los docentes de todo el mundo en los últimos meses por causa de las medidas tomadas en medio de la pandemia de la COVID-19 y a la que tuvieron que adaptarse.

Reconocer a las familias de los niños a través de un escrito hecho por sus acudientes, hacer recetas, contar cuentos y disfrazarse, fueron algunas de las estrategias que se utilizaron para lograr conservar la intencionalidad pedagógica a pesar de la virtualidad y con las que se pretendía que los pequeños siguieran explorando sensaciones, oralizando sus pensamientos y potenciando su motricidad. 

- Herramientas con las que los niños vieron a sus compañeros a través del computador y entendieron la importancia de la convivencia con el otro, incluso desde la distancia.

A esto se le sumó el ya mencionado recreo virtual y una asamblea de acuerdos para establecer de qué manera se iban a llevar a cabo los espacios virtuales. Herramientas con las que los niños vieron a sus compañeros a través del computador y entendieron la importancia de la convivencia con el otro, incluso desde la distancia. 

Otro aspecto fundamental fue el apoyo de 15 maestros en formación que han realizado sus prácticas en la Escuela Maternal durante este tiempo, cinco de ellos pertenecientes a la Licenciatura en Educación Infantil, cinco a la Licenciatura en Educación Musical y cinco a la Licenciatura en Artes Visuales. 

Los futuros docentes pusieron al servicio de los infantes, de sus padres y sus familias sus conocimientos, ideando nuevas formas de hacer sus clases, al tiempo que observaron a las licenciadas que trabajan allí para aprender de su experiencia. 

Adicionalmente, se hizo seguimiento a la salud del grupo familiar de cada menor debido a la coyuntura y se compartieron con los padres y acudientes consejos de alimentación para subir las defensas de los pequeños durante la pandemia. 

"Se buscó el desarrollo integral de la educación inicial", puntualiza la profesora García, quien asegura que el aprendizaje obtenido durante este tiempo ha sido invaluable y que el desafío fue hacer el seguimiento al progreso de cada uno de los chicos.