A las aulas de la Universidad Pedagógica Nacional llegó Elber Antonio Ismare Dura, miembro del pueblo Eperara Siapidaara de Timbiquí (Cauca), con un reto personal que tocaría las vidas de muchos niños y jóvenes indígenas colombianos: prepararse para ser el mejor docente, enfocándose en la enseñanza de las costumbres y prácticas de la comunidad que lo vio nacer hace 25 años. Actualmente se encuentra cursando segundo semestre de la Licenciatura en Educación Comunitaria para adquirir más herramientas que le permitan apoyar a la comunidad indígena, que al igual que él hace 7 años, tuvo que desplazarse a Bogotá por situaciones de violencia y que fue concentrada en el colegio José Joaquín Castro de la localidad de San Cristóbal. |
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Esta institución le dio la oportunidad de fortalecer la identidad cultural de aquellos que al estar lejos de su tierra y sus raíces han tenido que dejar de lado incluso su forma de vestir y su lengua propia, y que han sido discriminados en la ciudad por aquellos que no están abiertos a otras expresiones, enseñanzas y saberes. Aunque él afirma que este es un proceso que se da poco a poco, ya los pertenecientes a este colegio han entendido el valor de la educación propia indígena e incluso, aquellos que no hacen parte de comunidades ancestrales han aprendido que la sabiduría de otras culturas puede ayudar incluso a mejorar el rendimiento académico, como es el caso de los telares que se han convertido en una herramienta para la enseñanza de las matemáticas y de las ciencias naturales en este centro educativo. |
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