Luz Ángela García Otálora y Camila Fernanda Cortés Tibatá obtuvieron hace pocas semanas su título de licenciadas en Educación Infantil, y este logro fue alcanzado con gran mérito y excelencia, pues su trabajo de grado titulado “Sistematización de experiencias alrededor de los vínculos afectivos y emocionales entre la maestra y los bebés de la Escuela Maternal de la UPN” fue uno de los reconocidos como meritorios por la Universidad debido a su calidad y pertinencia.

La investigación buscó resaltar el trabajo y la voz de algunas de las maestras de educación infantil de la Escuela Maternal por medio de una reconstrucción de historias y experiencias, tomando como punto de partida su rol e importancia dentro de los procesos afectivos y emocionales en la relación que ellas establecen con los bebés en el trabajo cotidiano.

En el texto se tocan temas que para las autoras son trascendentales para el desarrollo del ser humano, como lo son los procesos de crianza y el aspecto afectivo y emocional de los bebés en una etapa inicial de la vida, fase en la que no se ha profundizado mucho desde la educación y la pedagogía: “son áreas como psicología, medicina, etc., las que la han estudiado, y creemos con firmeza que es necesario aportar desde nuestra labor como maestras y resaltar la primera infancia como una de las etapas más importantes”, afirma Luz Ángela al respecto.

De acuerdo con lo anterior, y desde su perspectiva, los cuidadores (en este caso las maestras) tienen un rol significativo y vital para los procesos de los bebés, pues es en esta etapa que se gestan y se apropian conocimientos y aprendizajes que estarán presentes por el resto de su vida.

Para Camila, la importancia de haber realizado su trabajo de grado en la Escuela Maternal radica en que “es un espacio en el que nosotros, los estudiantes, podemos investigar, observar e intervenir al ser de la propia Universidad, haciendo más enriquecedor el proceso investigativo”.


Este proyecto surge de la inquietud de estas dos jóvenes al ver que, desde su perspectiva, los seres humanos no les otorgamos la relevancia necesaria a los temas afectivos; los damos por hecho y pensamos que estos se dan de manera natural. “Que nuestra tesis sea resaltada ha significado mucho para nosotras, ya que el tema de los vínculos afectivos ha tenido un reconocimiento dentro del programa académico que cursamos y ha cobrado importancia para la formación de maestros; es catalogado como un aspecto pertinente, siendo fundamental para el trabajo con la primera infancia”, dice Camila.

El proceso para hacer esta investigación empezó desde el ingreso de Camila y Ángela en el año 2012 a la Universidad con todas las preguntas e inquietudes que tenían cada una de ellas, y luego se fue transformando en un proyecto común que trabajaron en cada uno de los espacios académicos y con ayuda de los docentes que acompañaron su formación. “No fue fácil comprender el proceso de investigación, pero con esfuerzo y la ayuda de nuestra tutora Kathy González fuimos dando forma a tantos pensamientos, ideas y preguntas que surgían de nuestro interés en el tema”, agrega Luz Ángela.

Las estudiantes pudieron observar y concluir que dependía de la sensibilidad y de la disponibilidad del maestro el formar un vínculo afectivo con los bebés, pues aunque a simple vista parece un sentimiento intuitivo, no lo es. También pudieron visibilizar la necesidad de investigación en temas de educación inicial de los 2 a los 3 años, pues son mínimas las indagaciones sobre la formación en esta etapa de la vida.

Un año y medio se demoró la estructuración y redacción de este trabajo, que fue la culminación de un paso por la Universidad que dejó muchas experiencias y conocimientos, pero sobre todo más interés, más preguntas y más expectativas para continuar por el camino de la investigación en temas como afecto, familia y crianza.