En la zona de la Licenciatura en Artes Visuales, ubicada en el primer piso del Edificio C, también hay novedades. Esta área, que alberga los talleres de pintura, escultura, grabado y cuerpo, se adecuó para aprovechar el espacio y mejorar las condiciones de iluminación y ventilación, al demoler el muro que separaba los dos cuartos contiguos que la componían.
“La estética cambió radicalmente, lo que se traduce en que las personas que habiten estos lugares se sientan bien", asegura el arquitecto Suárez. De esta manera se crearon salas de tutoría, una sala de profesores, un salón de revelado y se establecieron mejoras en las oficinas administrativas.
Adicionalmente, se instaló un sistema de ventilación mecánica que busca extraer el aire y lanzarlo a la calle, utilizando la arquitectura bioclimática y la doble altura para hacerlo circular.
El último de los proyectos fue la reconstrucción total de la cubierta oriental del edificio P en la calle 72, una construcción que pronto cumplirá su primer centenario, lo que la dota de gran importancia histórica debido al legado que representa para los educadores en Colombia.
Según el arquitecto, el reto estuvo en solucionar problemas como la filtración de agua que existía respetando la edificación original. Un trabajo extenso que requirió el traslado temporal de la oficina de Aseguramiento de la Calidad y el seguimiento de los protocolos de bioseguridad para poder continuar con la obra ante el escenario de pandemia.
La UPN sigue trabajando fuertemente por el sano desarrollo de las actividades en unas instalaciones adecuadas que se espera puedan ser utilizadas pronto por la comunidad universitaria.
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