Manos y Pensamiento es un programa que apunta hacia el desarrollo integral y mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad sorda. Esta es una apuesta por una educación mediada tecnológicamente que evidencia el sentido y el valor de lo pedagógico como posibilidad de reconocer a cada estudiante desde sus particularidades, sus diferencias, sus contextos y sus estilos de aprendizaje y de enseñanza. La universidad Pedagógica se ha interesado en el estudio de las necesidades y problemáticas propias de la comunidad no oyente para atenderla desde una perspectiva formativa, investigativa y de proyección social con el fin de lograr la autonomía y la participación plena como sujetos sociales de este grupo poblacional. La inclusión de los estudiantes sordos demandó procesos pedagógicos con el propósito de fortalecer la lengua de señas y así promover la interacción entre ellos mismos y aumentar la comprensión y la conceptualización en los espacios académicos en que participan. Adicionalmente, durante el proceso educativo se considera la lengua de señas como la lengua materna y el castellano como la segunda lengua, por lo que se generan procesos formativos que incluyen acciones pedagógicas que fortalezcan el español y faciliten los procesos comunicativos dentro de la vida universitaria ya que en general el modelo escolar está concebido con base en el español.
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El equipo académico con el que cuenta el programa es interdisciplinario, el cual asume el proceso formativo desde la perspectiva de su formación en educación especial a la comunidad no oyente, complementado con una comunicación constante con profesores e investigadores internos y externos a la universidad. Otro aspecto importante es la adecuación y concertación de procesos administrativos, pues la inclusión de estudiantes sordos a la vida universitaria implica trabajar con la Subdirección de Admisiones y Registro para ajustar los mecanismos de inscripción, de pruebas de admisión, de publicación resultados, de entrevista, de matrícula, de registro de asignaturas, de entrega de calificaciones, entre otros. Esta iniciativa parte del hecho de que los estudiantes sordos que se encuentran en la Universidad son sujetos con lengua, identidad y cultura propias, tomando como referente un marco normativo amplio que incluye la Ley 324 de 1996, la Ley 982 de 2005, la Ley 1346 de 2009 y el Decreto 1618 de 2013. Se debe tener en cuenta que la interpretación, como parte del proceso pedagógico, debe darse en doble vía para poder generar niveles de interacción y dialogo requeridos en la construcción de conocimiento, por lo que la función de cada uno de los intérpretes con los que cuenta la Universidad consiste en facilitar el diálogo entre el profesor, los estudiantes oyentes y los compañeros sordos. Vale la pena resaltar que para el 2018 -1 se encuentran matriculados en los diferentes programas de pregrado de la UPN 31 estudiantes con discapacidad auditiva, y es por esto precisamente que cobra sentido la celebración del año de la Educación Especial y de los 50 años de la Licenciatura en Educación Especial en la UPN.
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