María Elisa Alfaro, egresada de la Universidad Pedagógica Nacional en 1996, recibió en días pasados el reconocimiento al "Mejor resultado de evaluación docente 2018" por parte de la Universidad Minuto de Dios, espacio creado por ese centro de educación superior para reconocer a los mejores profesores, investigadores y docentes de la institución.
 

La maestra Alfaro egresó de la Licenciatura en Lenguas Extranjeras y es actualmente directora del Grupo de Danzas de la UPN Proyección Folclórica. Para la maestra Alfaro es importante tener un proyecto cultural definido, generando en los futuros licenciados herramientas pedagógicas que les permitan no solamente dar una cátedra sino un ejemplo desde la cultura, con base en su formación en música y danzas. Para Alfaro un maestro que no tenga un compromiso con su cultura queda cojo y no conoce su origen ni su país, ni expresa identidad cultural. 
 

El grupo de danzas dirigido por ella, a lo largo de los 23 años que lleva como maestra de la UPN, ha obtenido diversos premios y reconocimientos nacionales e internacionales en festivales de todo tipo, pues para ella "ha sido siempre un reto, un desafío, que los estudiantes de la Universidad, como futuros formadores, conozcan algo de su cultura a través de la práctica cultural y corporal". En su concepto no importa el  programa del que se es docente; como maestro se debe tener la posibilidad de encontrarse a sí mismo, de encontrar sus raíces, de ser portador de un saber tradicional. 
 

Cerca de la excelencia

Los estudiantes de la Facultad de Educación Física de Uniminuto semestralmente hacen una evaluación de sus docentes como parte del proceso de calidad, y la maestra Alfaro obtuvo el título de mejor docente con un puntaje de 4.87. Al respecto, ella dice que "para uno como docente es una cuestión gratificante ver que los estudiantes reconozcan a su maestro, que se identifiquen con uno, que quieran seguir su trayectoria; eso llena el alma, uno se siente agradecido con la vida,  es la satisfacción de la labor cumplida y el compromiso de seguir mejorando cada día." 
 

Luego de tantos años, la UPN se ha convertido en el sello personal que ella coloca en todas las actividades que realiza,  porque se define como pedagoga al 200 por ciento. "La UPN me enseñó a querer esta profesión,  me dio lo que amo, mi proyecto de vida y como tal yo doy testimonio donde sea acerca de mi alma mater", agregó.  

La historia de María Elisa se resume en amar lo que uno realmente quiere hacer, en ser muestra fiel de esas prácticas que hacen a un ser humano. "Nosotros formamos seres con proyección social y con compromiso con la Nación,  y creo que la cultura y todas sus expresiones son el mejor regalo que se le puede dar a una sociedad de paz porque el arte y el deporte transforman historias", finalizó.