En el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá tuvo lugar el lanzamiento de los dos últimos números de la Revista Colombiana de Educación, publicados, ya no como números monográficos independientes, sino bajo la modalidad de dossier.
La presentación de este dossier, titulado “Equidad y educación” (números 73 y 74 de la revista) estuvo a cargo del eminente profesor Carlos Eduardo Vasco, quien recientemente fue reconocido por el Ministerio de Educación Nacional con el Premio Nacional de Educación Francisca Radke por el trabajo que ha hecho por la educación a lo largo de más de cuatro décadas. Durante el evento estuvieron presentes los editores de la revista y docentes de la Universidad Pedagógica Nacional, profesora Leonor Camargo Uribe y profesor Christian Hederich Martínez.
Durante su intervención, el profesor Hederich destacó las ventajas que implica la transición del número monográfico hacia la publicación de dossier. Para él, este cambio le permite a la revista conectarse con la comunidad académica y a abrirse a las contribuciones tanto de autores reconocidos como de noveles. Mencionó el papel positivo que jugó el comité científico de la revista en esta nueva propuesta y habló del también decisivo cambio de la plataforma tecnológica, que les permitió pasar de recibir 5 artículos a 35 cada mes, aumento que se debió también al hecho de mantenerse como revista indexada y asumir la producción de las revistas que ya no lo eran.
Ya durante la presentación del dossier, el profesor Carlos Eduardo Vasco planteó un panorama de lo que es y ha sido la enseñanza de la matemática y los escenarios éticos que esta ha configurado. De un lado, mostró que hay un desinterés general por parte de los matemáticos por atender a temas como la equidad, la inclusión, la ética, y por otro, que hay una sobrevaloración de las matemáticas en el ámbito académico y educativo al ser considerada como la ciencia más objetiva y más exacta, y la materia más importante del currículo educativo.
El profesor Vasco planteó escenarios en los que la matemática ha generado inequidad. Para ello usó como ejemplos varios casos. Uno de ellos, cuando en los exámenes de matemáticas a los niños se les hace las preguntas difíciles, mientras que a las niñas se les hacen las fáciles. Para el profesor esto ha ayudado a fraguar el imaginario de que los niños son buenos para las matemáticas y las niñas buenas para el lenguaje, por lo que estas prefieren estudiar carreras que no tengan números, y si lo hacen, son excluidas y no se les hace el debido reconocimiento a su trabajo. Un segundo ejemplo fue el de los problemas aritméticos; allí, dice el profesor, se planteaban aspectos éticos de fondo como el hecho de que ellos creaban escenarios en los que se compraba a un precio económico y se vendía por un mayor valor, lo que llevaba implícita una lógica capitalista. Un tercer ejemplo era el del plano cartesiano: “Los profesores de matemáticas estábamos siendo los mejores propagandistas de ciertos extremos antidemocráticos como el de la izquierda y la derecha al decir que en un plano la derecha es positiva y la izquierda negativa . Ya desde los polinomios numéricos se deja pensar en unas tendencias hacia la política. Un niño o una niña que recibe esa información desde grado 8 comienza a hacer valoraciones políticas con respecto a esas afirmaciones”. En esa medida, afirma, el profesor no es consciente de que la selección de los problemas, de las metáforas y del lenguaje que utilizan producen efectos extramatemáticos que son claves para la vida.
También cuestionó el carácter verdadero y exacto de las matemáticas diciendo que dificilmente 1+1 es igual a 2, ya que los valores son diferentes según se le mire desde los números romanos, binarios o desde la teoría de conjuntos. De este modo, afirma que la aritmética es un área cuyas verdades son cuestionables, y expresa, medio en serio, medio en broma, que todos los profesores de matemáticas “deberían acudir a la justicia especial de paz por haber aplanado la imaginación a todos los niños y niñas que sueñan y que los reducen al tablero, al texto , al cuaderno, al computador”. Afirma que los profesores deberían estar usando herramientas como la geogebra 3D, ya que estas fomentan en los niños la imaginación artística yal emular los mismos modelos que conforman los modelos mentales de los matemáticos, pero no lo hacen.
Finaliza diciendo: “Los matemáticos deberían de dejar de hablar de verdades y hablar más bien de interpretaciones. Se puede establecer si una fórmula está bien planteada, pero no si es verdadera o falsa. Las matemáticas se siguen dando como si fueran la verdad y como si fuera la única asignatura del currículo en el que se pudiera ser objetivo en la evaluación”.
La profesora Leonor Camargo Uribe añadió a lo expresado por el profesor Vasco con respecto al tema de la equidad educativa que hace falta establecer más interlocución, sobre todo en español, porque sobre este tema, y sobre todo en educación matemática, hay pocos espacios para presentar las producciones y ponerlas en el debate público. Por eso, para la profesora Camargo, es importante este dossier: “Los 18 artículos de estas 2 revistas hablan de cómo se ha hecho para democratizar ideas matemáticas poderosas en ámbitos educativos, cómo se forman profesores para trabajar en asuntos de inclusión en las clases y qué políticas se deben tener en cuenta, cómo se atiende a poblaciones diversas y cómo se enseñan matemáticas a estas poblaciones”.
El evento de lanzamiento de la Revista Colombiana de Educación dossier “Equidad y educación” se llevó a cabo el jueves 26 de abril en la sala Madre Teresa del Castillo de Corferias a las 3:00 p. m.